Una experiencia entrañable, en donde recibimos de todo el personal una atención que nos hizo sentir como en casa desde el momento mismo de nuestra llegada. Las sesiones de yoga fueron maravillosas y los paseos fueron estupendos. Nos alojamos en la pagoda, la cual resultó muy linda y confortable. La comida es familiar, sana, sencilla y muy bien preparada. Las terapias magníficas y los terapeutas altamente calificados. En suma para repetir. Mi única sugerencia es hacer una mejora en la parte de instalaciones para masajes y añadir un baño sauna o de vapor. En lo demás no tenemos sino agradecimiento con el personal por su amabilidad y generosidad. A todos mil gracias.