Para empezar lo mejor es dejar claro que como experiencia diferente, si te hace ilusión, hazla. Pero si además de la experiencia esperas que por el precio que pagas sea un trato de lujo, te vas a decepcionar mucho.
En principio cuesta encontrar el sitio: están en mitad de la carretera junto a otro camping mejor anunciado con carteles grandes que distraen la atención y no te dejan ver su mini letrero que no aprecias hasta que tienes la suerte de decidir que, como no los encuentras, vas a entrar al otro a preguntar.
En general la atención de la recepcionista es muy deficiente: Si quedas con ella a una hora no aparece hasta un rato después, como nos pasó a nosotros cuando nos dijo de quedar para llevarnos a la burbuja con bañera. También nos aseguró que el desayuno estaría a las 9:30 EN PUNTO (lo recalcó varias veces) en la puerta de nuestra parcela, y allí estuve 20 minutos esperando pasando frío hasta que me cansé y fui yo a buscarla a la recepción.
Vayamos por partes…
La bañera de 45 minutos está incluida en el precio, pero no te creas que estarás los 45’ tan “a gustico” dentro de ella, pues entre que llegó tarde a nuestra cita en recepción, y que tardas en llenarla por lo menos 30’... Al final es un sentarse y salirse casi.
El desayuno un desastre, no os recomiendo para nada que lo paguéis. Por 16€ que vale os vais a una cafetería y os ponéis “moraos” eligiendo lo que os guste a vosotros. Incluye: 2 vasos de leche, 2 tostadas de pan de molde (¡¡1 para cada 1!!), un vasito de Krispies, 4 porciones de queso (¿Quién come queso en el desayuno en España?), 2 zumos pequeños de tetrabrik del Mercadona y unos cuantos sobres de café, Colacao, mantequilla, mermelada… Además de habérseles olvidado traérnoslo (por eso lo de los 20’ esperando fuera de la bola…), como seguro que no les quedaban más cestas (algo que en la página web anuncian como seguro y que ella nos excusó como que a veces toca cesta y otras veces bandeja… “¡YA, CLARO!”), nos lo dejaron en una bandeja cutre en el suelo sin ni siquiera cubiertos, platos, servilletas, ni vasos (que tuvimos que volver a ir nosotros para que nos los dieran).
El telescopio también avisan en la web que te enseñarán a usarlo mandándote un vídeo para que “todo salga perfecto” y no sé a vosotros, pero a mí ese vídeo nunca me ha llegado, y nos quedamos sin poder usarlo porque no supimos cómo hacerlo.
La calefacción está muy bien para tener buena temperatura dentro de la bola, pero hace mucho ruido por la noche y está detrás de la cama tocando con la almohada. Ya podéis imaginar los pelos volando cada vez que te tumbas…
La limpieza no es de 10 tampoco: nos encontramos pelillos en la taza del váter, tierra en el suelo de la burbuja con bañera…
Y podría poner más “pegas” porque las hay, pero lo último que quiero volver a recalcar es que, por 180€-200€ que vale pasar UNA noche allí, lo mínimo es que TODO sea perfecto, y que si tienen “errores humanos”, como la chica los llamó, al menos los compensen de otra manera, no pasando olímpicamente de su responsabilidad.
En fin… que lo que pensábamos que sería un día para no olvidar, se convirtió al final en un tremendo chasco.