El solar está ubicado sobre la Ruta que conduce a Tinogasta, Fiambalá, Paso de San Francisco, a la Ruta del Adobe. El entorno natural es formidable, con vistas a la Cordillera de los Andes que está muy cerca. La finca está poblada de olivos, viñedos e higueras esmeradamente cuidados con ejemplares casi centenarios y sus anfitriones Peter y Antonieta son encantadores, atentos y pendientes de todos los detalles. Conocen perfectamente la región y responden a las preguntas sobre datos históricos, económicos y turísticos con información segura y confiable.
Las cabañas son comodísimas, impecables, la decoración es exquisita, cuentan con aire acondicionado y calefacción. Las camas son muy cómodas, las habitaciones tienen vistas a los campos de olivo y a la cordillera, la ropa de cama es de excelente calidad y las toallas tienen un diseño especial.
Las instalaciones en la cocina cuentan con todos los elementos para las cuatro comidas del día, las cacerolas de primera calidad, la vajilla completa. A las provisiones para el desayuno y los snacks no les falta nada. Son muy recomendables los panes de campo y las mermeladas caseras que Antonieta provee diariamente (la uva que producen los viñedos de la finca es deliciosa). Las cabañas tienen asador y galería para disfrutar las comidas al aire libre contemplando la naturaleza.
Como punto de estadía es ideal para recorrer los extraordinarios paisajes del Paso de San Francisco, la encantadora ruta del adobe, las termas de Fiambalá con sus vistas oníricas y disfrutar de los vinos y la manufactura de aceitunas y frutas secas. Desde allí se puede tomar la ruta a Belén y Londres y a las ruinas incaicas de Shincal cuya sistematización es excelente para conocer uno de los enclaves más remotos e importantes del imperio incaico.
5
0
0
0
0