Espectacular.
Una experiencia que hay que realizar al menos una vez en la vida, sin duda alguna. Alrededor de 5 horas por una mina real, con los atuendos propios de los mineros, donde te enseñan cómo es la mina y cómo trabajan. Sales de allí negro como una alpargata y con el cuerpo en tensión, poco útil si después quieres ir a robar panderetas.

Mi más sincero respeto y admiración para todos y cada uno de los mineros.
Hay que valer. Y mucho.

Jandro, Marcos, Yony, Javi, Juanín y demás trabajadores, de 10 no, de 12. Son geniales. La organización de la visita, las explicaciones, las demostraciones del trabajo, la seguridad que te daban, el apoyo y las risas. Todo un lujo a tantos metros bajo tierra.

Para aquellos que sean un poco más blandiblú hay opción a un recorrido alternativo en las zonas más complicadas. Para el resto, dejad en la cocina un par de botellas de agua con azúcar preparadas.

Sin duda alguna, merece la pena, y mucho.

Vengo de familia minera, de una zona minera y, donde ya respetaba y admiraba como el que más la profesión, hoy no tengo palabras para describir lo vivido en el Pozo Sotón.

Una experiencia increíble, unas instalaciones espectaculares y un grupo de personas que trabajan allí dignas de conocer. Grandes personas y sobre todo grandes PROFESIONALES de la minería.

Gracias Juanin, Jony, Jandro, Marcos y Javi (nuestros guías de hoy) + todo el personal que forma el Pozo Sotón por el trato, las explicaciones tan amenas y por mantener vivo este oficio que tanto nos dio.

EXPERIENCIA 100% RECOMENDABLE