Este en este hotel a principio de año, NADA de lo que dice en su página es cierto, primero.el lugar esta construido de forma impactante y con materiales convencionales de ferretería, Nico dice en su página que no hace uso de clavos, de sing., de barniz, etc y es falso, hay eso y más, el jabón no es siquiera biodegradable...la comida me pareció muy mala, no había opciones y además a un precio carísimo para lo que sirve, ella cocina y la verdad no tiene buena cuchara, MUY importante,.Segundo.La comida no es orgánica, es FALSO, ella no usa granja orgánica, no compra a pescadores artesanales, vimos muy clara mente muchos productos enlatados, mariscos descongelando empacados al vacío, y el sabor terrible...Tercero.su dueña que a la vez maneja el hotel fue siempre descortés, caprichosa y mal educada con las personas que estábamos, hablamos entre todos pues lo único que es cierto de este lugar es que a la hora de la horrible cena todos cambiamos opiniones de lo mal atendidos que nos sentíamos.
Cuarto punto.no dan factura timbrado, eso es completamente ilegal.

El lugar es una mini reserva natural, donde podrás ver loros rojos enormes, perezosos alimentandose sobre tu cabeza en los arboles, grupos de monos de 4 especies paseandose y aullando muy cerca tuyo. Asi tambien como a los demas habitantes de la jungla! (arañas, etc). En nuestro caso nos quedamos en las carpas a escasos metros del mar. Comodo pero caro para dormir en una carpa (70 USD por noche)... Se siente uno como en Lost, sin luz electrica, duchandose bajo la luz de la luna junto a los gritos ensordecedores de las cigarras (no hay agua caliente), y viendo pasar ejercitos de cangrejos hermitaños cerca de tus pies. No es para cualquiera la experiencia, hay que ser realmente amante de la naturaleza. La playa no es de lo mas amigable, muchas rocas, hay que caminar bastante para ir a playas con mas arena. Es dificultoso bañarse en el mar. Ideal ir con Crocs en tus pies. La comida es muy rica aunque cara (19 USD por persona, sin bebidas), Nico cocina a base de productos organicos, y se comparte en una gran mesa larga junto a los demas huespedes, creandose un clima de intercambio totalmente internacional. Importante: existe una extraña y cuestionable politica, en la cual si uno no avisa que no come ahi por la noche, se le facturan implacablenente los 19 USD !!! Deberia ser al reves, o deberia uno anotarse en una pizarra durante el desayuno. Esto debe reverse y cambiarse, ya que presenciamos momentos incomodos junto con huespedes que se vieron cargados con dolares por comida que no habian consumido, y por no haberse transmitido claramente esta extraña regla. La dueña es alemana, un tanto particular en cuanto a su personadilad (no de lo mas amable que vimos en Costa Rica). Fue lindo conocer el lugar, no me quedaria mas de 2 noches, hay que tener en cuenta que es largo llegar (camino desde Puerto Jimenez es muy malo). El desayuno esta incluido y es muy buebo y completo. Pidan los Banana Pancakes caseros.