Está muy sucio,la moqueta, los taburetes, las duchas, los cubre camas, los protectores y las almohadas ( incluso con manchas de sangre y suponemos que de orina ¡¡a saber¡¡), muy poca luz en los pasillo, y en alguna habitación hemos visto hasta bichos entre las sábanas.
Un trato muy desagradable por parte del personal de recepcion.
Y además de ser un hotel muy viejo, desangelado , solitario (ponía un poco de miedo andar por la noche)y un poquito lejos de la ciudad ( aunque sí tenía el metro cerca) había que soportar los ruidos de una especie de carretera de salida con 6 carriles ( camiones pesados, tranvía etc) por supuesto en las habitaciones la insonorización ni soñarla. El aire acondicionado debía ser de mentira, hacía ruído pero no notabas si lo ponias a 10 o 20 o a 24 daba exactamente igual.
Es una verguenza que existan estos sitios y nadie tome medidas.