Ofrecen carta de comida marroquí, tajines, cuscus y pastelas. Tienen 2 menus (90 y 140 dirham, 9 y 14€ aprox) con primero, Segundo,fruta cortada y dulces marroquis, agua y te. El restaurante como dicen está escondido en una callejón (es como la entrada a 2 casas) en una de las calles que va desde el palacio de la Bahía a la plaza fna, tuvimos que pedir indicaciones y resulta que habíamos pasado por la puerta varías veces antes sin darle la menor oportunidad antes de leer opiniones . Han puesto un cartel para encontrarlo justo en la calle en el punto que se encuentra. La entrada no merece lo que ofrecen en el interior. Creo que si lo pintaran como su local, ganarían más visitantes. Dentro es acogedor, es un patio interior y tienen mesas también en el primer piso.
Es comida familiar, que hacen al momento (con su consecuente espera). Pedimos menus de 140 porque quería probar la Tanjia (es un guisado de ternera muy tierna y con especias buenísimas). La comida en general muy buena, pero no la mejor que probamos en el viaje, su harira sí que fue la mejor. Es una muy buena opción pero con control de expectativas. Es el motivo por el que no puntuamos al Máximo. Con el menú de 9€ y siendo un descubrimiento sin haber leído opiniones, seria de 5.