Las habitaciones son amplias, aunque aparentan un estado sucio y descuidado. En algunos lugares los pasillos dan miedo.
El trato del personal, en ocasiones, fue malo/desagradable. Uno de los días, llegamos por la tarde al cuarto y estaba sin hacer. Informamos a la recepción y, tras una hora y media, tuvimos que volver a llamar la atención de la recepción pues seguía sin arreglar.
El desayuno es bueno, aunque las opciones son casi todas saladas (tortilla hecha al momento, varios tipos de ensaladas...) y los zumos dejan que desar. El hotel es una buena opción si viajamos con un presupuesto limitado y no queremos rompernos la cabeza buscando algo mejor. El acceso al hotel está en unas galerías. Se puede ir a pie al centro (paseo marítimo), que queda a unos 10-15 minutos andando.