La estadía en el Hotel Herods fue excelente, como estar en el paraíso, cuenta con todo el confort que el turista podría necesitar, supera todas las expectativas por confort, atención, dedicación. cada rincón es simplemente bellísimo, ningún lugar ni momento está librado al azar, pensado para sentirse por unos instantes como vivir en un sueño paradisíaco. Sus comidas son abundantes y exquisitas, para paladares exigentes, variadas y de todos los sabores de oriente. El recibimiento es impecable, con bebidas frescas y snacks que alivian la ansiedad en el momento de espera. Totalmente recomendable.