Este magnífico hotel situado en la "corniche" de Beirut tiene, aparte de su situación, unas fenomenales instalaciones. Un gimnasio espectacular,una piscina olímpica,playa privada y sobre todo una terraza/bar en la parte superior que me hizo levitar una espléndida noche de primavera viendo el cielo beirutí.
Las habitaciones están lujosamente preparadas. aunque las más económicas son quizás algo pequeñas para lo que se estila en la zona.
El personal, muy amable y servicial. Desde mi punto de vista quizás lo único regular es el precio,demasiado alto aunque la situación del hotel se paga. Los desayunos son muy, muy ricos y completos.
En fin, un hotel para recomendarlo , sobre todo en primavera y verano.Más
- Wi-Fi gratis
- Restaurante
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