Nos alojamos en el edificio de enfrente y verdaderamente "la milonguera" fue un gratísimo descubrimiento. Muy bien atendidos, desde el primer día nos sentimos como en casa. Fabricio y toda su gente estan en todos los detalles como para que sea una opción para volver a elegir sin dudar. Lindo ambiente y comida excepcional, no se pierdan el "boniato glaseado". No dan ganas de cocinar teniéndola tan cerca.
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.