Gran hotel 5 estrellas, excelente atención, variedad de actividades outdoor y la calidez en el servicio genial. Una especial mención a Tania (quien nos atendió a la mesa todas las noches), Ricardo (quien nos atendió en todos los desayunos), John (que preparaba unos tragos exquisitos), Simón (nuestro guía del floating), Victoria (guía de la quesería) y a los chicos de la recepción: Risa, Sofía, Agustín y Jessica. Una atención excepcional, todos siempre con una sonrisa, buena disposición y además lograron aprenderse todos los nombres de los integrantes de mi familia, lo que se valora muchísimo.