Es un Hotel que te traslada a los años 20, con las comodidades de hoy, es tranquilo cercano a Museos, a su coloridas calles e histórica cuidad su terraza pequeña de baldosas blanco con negro, que te cubre de sombra con dos arbustos de Camelias, que cuando florece es un hermoso paisaje, ideal para leer, la casona es de tres la habitación era fresca, sus sabanas blancas y planchadas que no echabas de menos tú cama. Cuando fuimos tomamos desayuno y salimos a recorrer el sector, fuimos al al Palacio Bubarizza está en un paseo hermoso y al lado de el ascensor el peral por el cual bajamos, si te gusta el arte en cada calle que recorrimos existe murales rincones bellos, que hay que recorrer.