Solo tuve oportunidad de estar dos noches en este estupendo hotel en el corazón de Montevideo. Cómo bien dicen, las joyas no necesitan ser grandes, para ser valiosas; y así es este pequeño hotel.
Con una arquitectura fabulosa, un ascensor de jaula en el medio y habitaciones antiguas pero excelentemente acomodadas. El servicio y la atención de su personal dan el toque final a esta belleza de hotel.
No soy muy amante de los hoteles de grandes cadenas, prefiero este tipo de hoteles exquisitos donde uno se siente muy cómodo.
De seguro, cuando tenga la oportunidad de ir nuevamente a Montevideo, este será mi hotel.
De aquí, toda la ciudad antigua está al alcance, muy bien ubicado.
Mi única sugerencia: mejorar el sellado de las ventanas para evitar los ruidos del exterior. Por lo demás 5 estrellas.