Nos encantó el hotel y el complejo hotelero en general.
La ubicación es muy buena, junto a la Palmera y bien comunicado con la vía principal de la ciudad justo al lado. El complejo es muy tranquilo y agradable.
Nosotros estuvimos alojados en el Arabian Court, pero dentro del complejo hay otros hoteles a los que puedes ir a cenar o a disfrutar de algunas instalaciones. Además, para moverte entre hoteles del complejo, tienen un servicio de minibús gratuito climatizado con bastante frecuencia.
El personal del hotel era muy amable y atento, continuamente pendientes de las necesidades de los clientes. Todas las zonas comunes están limpias y ordenadas, con una decoración inigualable. En concreto, merece la pena mencionar las fuentes con pétalos de rosa frescos que debían reponer continuamente porque nunca estaban mustios, y las velas que ponían cada noche por los pasillos y que iban reponiendo si se consumían.
La habitación estaba equipada a todo lujo, con muchos detalles de bienvenida y todas las ammenities necesarias. Además, es realmente amplia, con armarios de sobra, una chaise longue, terraza, etc. La cama era espaciosa y muy cómoda, había disponibles muchas almohadas por lo que encuentras la adecuada para ti sin problema. Tienen el detalle de dejarte una botella de agua de cortesía en las mesillas cada noche. El baño era impresionante, con decoración árabe y muy bien perfumado. La ducha está separada de la bañera y tiene un banco de mármol en su interior. El WC está en un cuarto aparte. Los geles de baño tenían un formato original y eran de excelente calidad. La tranquilidad por la noche es absoluta, gracias a una buena insonorización, por lo que la calidad del sueño es excelente también.
La zona de playa y piscinas tiene unas hamacas increíblemente cómodas. Como curiosidad, la piscina tiene un sistema de refrigeración de agua en los meses más calurosos, ya que d elo contrario sería casi imposible bañarse.
El desayuno buffet es inmenso y variadísimo, con productos típicos de la gastronomía árabe pero también los tradicionales de occidente. Incluso tienen productos de cerdo (bacon, salchichas, etc.) en una sección dedicada. Todo estaba exquisito y los cocineros podían preparar cualquier otra cosa bajo petición. Como curiosidad, tenían leche de camella.
Los restaurantes temáticos eran muy buenos en calidad y servicio. Las raciones eran abundantes y costaba decidirse. En la mayoría de los casos tenían un menú degustación con el que probar las principales especialidades. Las cantidades eran realmente generosas. Nos gustaron especialmente el hindú, el marroquí y el francés.
Recomiendo este hotel, aunque por lo elevado de su precio, es recomendable para ocasión especiales o viajes ejecutivos. En cualquier caso, su precio no es exagerado para los servicios y atenciones que incluye.
Además, en nuestro caso,por alojarnos 3 noches, nos regalaron unas entradas al parque acuático Aquaventure, uno de los mejores del mundo, situado en el complejo Atlantis. Estas entradas valen casi 100 dólares por persona, por lo que aprovechamos la invitación aunque inicialmente no entraba en nuestros planes turísticos acudir a esta atracción, pero después de probarla, la recomiendo. Además, cuenta con un servicio de autobús gratuito que te lleva hasta dicho parque.