Primero hay que decir que se debe de llegar en auto, al menos el primer día. El hotel está en una loma, pero todo en Viña está en lomas. El auto te deja en la entrada y de pronto una cree que no hay otra salida para salir caminando, pero no es así.
Cuando se desea salir te dan llave para salir por otro portón don bajas varias gradas por una acera de vecindario y en 5 minutos estás en el Reloj de Flores.
Allí está la costa que se puede caminar y hay un lugar cerca para bañarse en el mar.
Es cerca caminar al centro para encontrar dónde almorzar o cenar. Se caminan como 10 minutos.
El hotel. Las habitaciones son muy cómodas.odas, sencillas pero la cama es muy cómoda. Tienes jabón-shampoo, el acondicionador hay que llevarlo pero eso ya es común en muchos hoteles. Las toallas son de tamaño grande y te prestan secadora de pelo.
El desayuno es curiosa porque te lo llevan a la habitación en una coqueta canasta que incluye un termos de agua caliente para hacerte café o te, dos panes grandes uno integral y otro blanco, rodajas de queso y jamón, mermelada y dulce de leche, jarroncito de leche para el té, una fruta, yogurt, un alfajor artesanal,mantequilla y un jugo de naranja. Muy completo.
Si pagas en dólares en efectivo no te cobran impuesto, de lo contrario tienes que pagar el impuesto.
En la recepción tienen refrescos y café para la venta y algunas golosinas.
Me encantó. El personal ha sido muy atento.