La ubicación es de fácil acceso, si llegas en auto desde Santiago como en nuestro caso. No tuvimos problemas para hacer el check-in dejando el vehículo aparcado en la calle tan solo un rato. El hotel cuenta con unas pequeñas cocheras y yo con tiempo había avisado que necesitaba guardar el coche adentro. Al ingresar la apariencia no es buena, el olor no era agradable y daba aspecto de viejo y poco mantenido. A pesar de la limpieza, no es suficiente.
Las chicas de la recepción fueron todas muy amables con nosotras, nos ayudaron con el check-in, incluso cuando entrabamos y salíamos preguntábamos por tours u actividades y siempre se mostraron muy predispuestas y serviciales. Es de las pocas cosas que rescato buenas del hotel.
Al gestionar la reserva pedí 2 camas separadas en la habitación y me dijeron que no tenían. Entonces sabíamos que teníamos que compartir con mi mamá la cama. La habitación era pequeña pero no necesitábamos más. El baño era muy amplio y limpio, a pesar de notarse viejo el edificio en si. La cama era muy incómoda, baja y se sentían los resortes.
La conexión de Wifi es muy buena.
El desayuno lo sirven las chicas que atienden, te llevan todo a la mesa, es bueno, es variado.
En mi opinión, si al edificio le fuesen haciendo arreglos y modernizándolo un poco, sería mucho más vistoso y más concurrido. Tiene pocas habitaciones, es cómodo, pero es muy viejo.
Es un hotel, no barato para la poca calidad. Y reitero, el servicio que nos brindaron las chicas de la recepción fue muy bueno, pero no bastó para volver a elegirlo.