La verdad es que cuando leí las opiniones sobre este hotel pensé en anular la reserva, pero finalmente -y para mi suerte- no lo hice.
Efectivamente es un hotel antiguo, una inmensa casona de muuuuchos años, pero bien mantenida.
En mi opinión, la experiencia fue mucho menos terrible de lo que algunos exponen. Efectivamente el baño de la habitación no era del todo bueno: no tenía ventilación (ventana hacia el exterior) y la zona de la ducha se veía sucia, sin embargo nada tan terrible.
La habitación -para tres personas- era bastante amplia y contaba con tv cable e internet relativamente bueno.
El desayuno es buffet y muy completo (hasta con pizza y kuchen), así que eso es un plus, pero no hay que bajar muy tarde pues me pasó que estaban todas las mesas ocupadas y ya no quedaban muchas cosas para comer.
Destaco también que el hotel está en pleno centro y que la atención en recepción es muy amable.
Pagamos 60 mil (con iva incluido) por la habitación para tres personas, y creo que estuvo ok.
Lo recomendaría a quienes deben estar sólo un par de días en Viña, ya que me imagino que en temporada baja en la ciudad hay alternativas mejores, pero -ante una urgencia- está bien.