Este hotel tiene instalaciones muy antiguas, demasiado, nasa funciona, no hay presion de agua en las habitaciones, ni siquiera el agua caliente es regular. El baño estaba evidentemente desaseado. El desayuno fue menos que pobre, deplorable. Dos rebanadas de pan, una rebanada de jamón y mantequilla de sobre. Pésimo gusto!. Los televisores son antiguos, casi no funcionan, la calidad de la imagen es malisima, y el precio de 100 dólares la noche hace sentir que perdiste tu dinero. Insisto, lo único bueno es la ubicación. Esta al lado del hotel ohiggins, a pasos del metro y cerca de todo. Busquen otras alternativas (hay mejores, a mejor precio)