Las fotos publicadas son hermosas, aunque no representan en realidad al hotel, son solo de detalles lustrados para la ocasión La atención de las dos recepcionistas es muy cordial. No tienen cocheras disponibles, solo un patio interno donde apilan los autos (entran solo 3) generando incomodidad. WiFi funciona de vez en cuando y servicio pésimo, las fotos de Booking no son representativas, no es un hotel, sino una casona vieja reformada. La habitación con vista al mar es muy ruidosa, no se puede dormir debido al ruido de la calle, de las aves y de la recirculación de agua de la piscina (del tamaño de una bañera).
Me cobraron un adicional por haber reservado a través de Booking, no reconociendo el precio de la pagina. No querían hacerme recibo de pago. El desayuno es escaso y hay que ir antes de las 9.20 am porque se termina el jamón, el queso y las 3 galletitas que hay disponibles.
La habitación tiene manchas de humedad, goteras y el recubrimiento de pared deteriorado.

Es un hotel pequeño pero excelentes habitaciones y excelente vista. La cama está genial. La atención bastante buena su ubicación muy tranquila.

Está a unos 10 minutos del centro de viña del mar en auto

Viajé con mi pareja por motivos de trabajo a Valparaíso y tomamos una habitación en este hotel alrededor del medio día (pagandola en ese minuto). Regresamos a las 15.00 hrs (check in) a tomar la habitación. Hasta ese minuto, ningún problema. Luego salimos a nuestras actividades y regresamos a las 22.00. Al subir a nuestra pieza, nos llaman de recepción para que acudamos a aclarar un tema del check in. Al bajar, me llamó la atención que imprimieron y colocaron un cartel que decía "Este Hotel se reserva el derecho de admisión". A mi pareja le ofrecieron una habitación con 50% de descuento, con el objetivo de que no durmieramos juntos. Al negarnos a la insólita propuesta, acudieron a una ilegal reserva de derecho de admisión argumentando que no aceptan a personas homosexuales. Nosotros replicamos que era ilegal. No hemos emprendido acciones legales debido a que los dueños, pasado unos minutos, se disculparon y retractaron de sus acciones, ofreciendonos que nos quedaramos o la devolución total del dinero pagado por la habitación. Argumentaron que se trato de una actitud atribuida a su inexperiencia. Sin embargo, y debido al daño moral producido a mi y mi pareja, decidimos tomar la segunda opción. Por la incomodidad y la necesidad de contribuir a la extinción de este tipo de practicas, me veo en la necesidad de advertir a la comunidad LGTB y a todos quienes estan en contra de la discriminación arbitraria por orientación sexual, evitar este hotel como un método de protesta.