Es una casa restaurada con mucho detalle. Catalogada como Hotel Boutique, que por el número de habitaciones, puede ser, pero me parece que no tiene servicios que uno espera de un hotel. Los servicios que tiene son de desayuno, aseo (o limpieza), toallas, WiFi (que funciona muy bien), una mini piscina y un pequeño frigobar. Con estas consideraciones, es difícil diferenciarlo de un bed and breakfast. Reservamos por una noche en una habitación doble con vista al mar (linda vista). Grande y cómoda. Bien. La decoración con mucho esmero (en gusto hay mucho escrito...) y un pequeño televisor. El baño amplio y con tina de hidromasaje, muy buenas toallas, champú, crema de cuerpo y acondicionador de cabello. Bien, también. La habitación es vecina a una pequeña, pero cómoda, terraza con una mesa y sillas para cuatro personas, que tiene un horario de uso,que en nuestra experiencia, no se respetó y debimos esperar hasta las dos de la mañana para poder dormir sin sobresaltos. Mal. Echó por la borda todo lo agradable de la estadía. Es conveniente ir en auto, porque no hay nada cerca. El estacionamiento es pequeñísimo, pero en el sector se aprecia que los vecinos estcionan en la calle. . En esta oportunidad, pudimos estacionar dentro. El desayuno bueno, no muy abudante, pero en nuestro caso, con más que en nuestra casa. Conclusión: con buen ánimo, con deseos de caminar por el cerro, por una noche y lejos de la terracita, bien.