Estatégicamente ubicados "cerca de todo", habitaciones cómodas y muy limpias. Posada que no es para nada multitudinaria y en barrio tranquilo, se presta para descansar plácidamente. La posada en sí, tambien es bastante silenciosa. El personal impecable en el trato, que además de cordial es respetuoso. No escatiman en indicaciones para recomendar restaurantes. De hecho gracias a una de esas recomendaciones pedimos que no coordinaran una visita a una bodega boutique (El Legado) en donde de las opciones que nos presentaron optamos por el almuerzo con degustación de vinos. ESPECTACULAR! El primer día también nos dieron varias opciones para almorzar, optamos por Charco. Otro acierto! El desayuno es abundante y con todo lo que se presenta muy fresco y casero, aunque no tiene la variedad de un desayuno continental, pero como dije, lo que se presenta cubre todas las expectativas sobradamente (Las medialunas son adictivas!) Para volver y recomendar. Muchas gracias!!!
Más
- Wi-Fi gratis
- Restaurante