Es un lugar en el que te podes sentir cómodo, como en casa. El hotel tiene una vista hermosa al río, se puede desayunar o merendar, o simplemente estar, viendo las bellezas del cielo reflejadas en el río. El servicio de hotelería es increíble, se ven detalles perfeccionistas y de buen gusto en todos los sectores del hotel.
La comida es de calidad Gourmet, saludable y riquísima!
Pude abrir mis sentidos y disfrutar de todos de ellos, siempre aromas deliciosos, a verbena fresca en las habitaciones, y de comida rica en el comedor, la vista es maravillosa, y el sonido del río y los grillos por la noche me hacían sentir libre y plena. Les recomiendo a todos esta experiencia!!!!