Desde el momento de check in ya te hacen sentir bien. La habitación impecable con frigobar, tv, una mesita con sillas donde sentarse cómodo a planificar las actividades, el baño amplio e impecable donde siempre reponen los artículos de higiene personal. Lo mejor dentro de la habitación es la vista, el balcón con hamaca y los colchones de un hotel 5 estrellas, además cuenta con un espacio amplio donde dejar el equipaje. Fuera de la habitación que además se limpia todos los días, podemos destacar la ambientación con plantas y peces, se sube por escalera pero es una escalera muy cómoda con un ángulo y tamaño de escalones perfectos para no cansarse. Para llegar a la piscina que es de buen tamaño se atraviesa un jardín muy prolijo y cuidado que suma visualmente para el relax. Cuenta con un sector de sauna pero no lo usé ya que no me alcanzó el tiempo, la próxima vez lo uso y les cuento mi experiencia. Para el final dejé lo mejor para comenzar un día luego de descansar muy bien, EL DESAYUNO, lo pongo con mayúsculas porque hay que destacarlo, hay variedad de tortas y panificados dulces y salados, fiambres y frutas, también jugos naturales y para sumar a todo esto hay que mencionar que lo sirven sus dueños que están atentos a cualquier requerimiento que uno tenga. Además de la variedad en la mesa de autoservicio el mismo dueño de la posada ofrece pan de queso, huevos revueltos y tapioca recién hechos. Cuando uno sale solo debe caminar unos metros hasta la bajada a la playa, la misma distancia hay hasta la ruta de ingreso a Porto por lo que se puede caminar hasta el centro por la playa o por la senda peatonal al costado de la ruta, la ubicación es excelente. Gracias por hacernos sentir tan cómodas! Yo ya había estado en Porto antes en otras posadas y definitivamente elijo Iandé. Sin dudas vamos a volver.