La sumatoria de circunstancias hacen que la estadía en éste hotel sea superlativa.
La ubicación a menos de 100 metros de los principales atractivos de Porto de Galinhas, cómo lo es la playa de las piscinas naturales así cómo de la principal peatonal (paraguitas! ☂️).
A esto se suma la comodidad y calidez de las habitaciones, los amenities, la calidad de sueño, el ambiente calmo y relajado, sus impecables instalaciones con absolutamente todo lo necesario para el disfrute de unas "vacaciones de mar", con el jacuzzi, pileta y la ambientación de las áreas comunes al estilo chill out combinado con la suave música de bossa nova al atardecer que invita a relajarse en cualquiera de sus rincones.
Pero lo que sobresale por encima de todo es el personal de MaiHai, dónde todos se brindan con gran simpatía y siempre bien dispuestos ante cualquier consulta, siendo que dentro de todos ellos se destaca por sobre todos la increíble personalidad de Gil, que literalmente nos ha hecho sentir cómo en nuestra casa. Su calidad de persona es sobresaliente, y se nota que lo que hace, lo hace con gusto y mucho afecto. No me cabe la menor duda de que si volvemos a Porto de Galinhas -desde ya que al MaiHai-, será en gran parte por el mérito de Gil. Ojalá que desde la dirección sepan reconocerle su esmero, ya que lo tiene totalmente ganado.