Hotel muy bien ubicado en el "Posto 5". Tranquilo, familiar, limpio, cómodo. Habitaciones con espacio suficiente.
El baño contaba con ducha con cortina, que hubo que pedir que la cambiaran porque estaba sucia, y llegó una cortina nueva que quedaba chica para el espacio, sin embargo, se agradece el esfuerzo de arreglar la situación. Está claro que hay que hacer una renovación completa del baño y ponerle shower door (porque el espacio es grande).
La piscina cuenta con una vista increíble a Copacabana, sin embargo, es pequeña y tiene 2 reposteras! El resto son sillas. Así que deberán trabajar en eso.
Tienen reposteras y quitasoles en la playa para préstamo, lo cual es bastante cómodo. No son muchas, así que es mejor llegar temprano (aunque se van desocupando a medida que la gente se retira y el encargado te las asigna).
El desayuno es completo y muy bueno. Variedad de jugos, bollería, masas, frutas y lo típico caliente.
Nosotros nos hospedamos para año nuevo y se hubiera agradecido alguna atención o regalo especial por parte del hotel por ser una fecha especial, sin embargo, no hubo nada.
Justo nos tocó el cambio de Golden Tulip a Grand Mercure, por lo que espero que el cambio sea para bien y sigan mejorando (considerando que bueno ya es).
En términos generales, lo recomiendo 100%.