Posada “pé na areia” como se dice en Brasil. Espectacular! Nos encantó! Habitación amplia, cómoda, muy bien decorada, con pequeño balcón con vista al jardín. Desayuno muy completo y delicioso. Cenas excelentes, en el restaurante o en la habitación que disponía de las comodidades para cenar en ella. Piscina borde infinito y con comodidades para desayunar allí o simplemente pasar el tiempo. Mucha vegetación que hace perfecto el marco. El único detalle que nos pareció inapropiado fue que al pagar la cuenta de lo que habíamos consumido (el alojamiento lo habíamos pagado totalmente con la reserva) se nos solicitara el pago del 10% también sobre el importe del alojamiento. Lo que no aceptamos sin inconveniente alguno.
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