El hotel es precioso! Pero sobre todo el servicio es IMPECABLE!
Sufrí de insolación el primer día de estadía y un chico parte del personal, Ives (creo que se llamaba, tenía acento francés),fue tan amable, que fue en su moto a comprar al pueblo, que está bastante lejos, un aloe vera para mis quemaduras y ni siquiera mencionó cobro alguno.Esos gestos frente a un estado de necesidad no se olvidan. Así que recomiendo a ojos cerrados el servicio del hotel y lo hermoso de sus habitaciones y vistas! Seguro volvería.Más
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