Muy buena ubicación, a solo una cuadra de la playa y a pocas cuadras del puerto deportivo.
Al contrario de otros hoteles ubicados en la rambla y aledaños, la Hostería se mantiene a la sombra por los árboles que la rodean, sin embargo cuentan con aire acondicionado frío/calor o ventiladores de techo para quien lo prefiera.
Posee playa de estacionamiento propia, sin embargo yo la utilicé por comodidad y no por seguridad, se puede dejar el vehículo estacionado en la calle sin problemas.
Las habitaciones son amplias y luminosas, la que me tocó tenía balcón a la calle y una vista inmejorable de Piria. Televisor led con servicio de cable internacional.
Atención personalizada y eficiente, tanto por parte de los dueños, como del servicio de habitación y seguridad.
Se ofrece servicio de desayuno optativo, el mismo me sorprendió, ya que el mismo es superior a continental, se aproxima a un desayuno buffet porque ofrece, café, leche o té, complementado por yogurt y jugo exprimido de naranja, abundantes medialunas de manteca, de grasa y tostadas, fiambres (jamón y queso) e infaltable los dulces y manteca. En mi caso luego solo cenábamos en alguno de los magníficos restaurantes o pizzerías cercanas.
Por su ambientación, es lo más parecido a un hotel boutique. Muy silencioso y agradable.
Realmente fue una estadía magnífica, estuve alojado con mi señora una semana y pasamos el fin de año en el hotel.