El camino en carro es muy largo, de lastre y mucho zigzag, es mejor llegar en bote y está incluido si consume en el restaurante.
Buena atención pero tuvimos que esperar mucho por la comida. La comida estuvo normal. No abren de noche.

Al principio todo parecía bien, pero luego nos arruinaron el paseo, la comida tardo mas de una hora en llegar éramos una mesa de 6 la comida no era la mejor para el precio y para empeorarlo jamás llegó un plato de comida, siendo algo tan sencillo como un pescado empanizado con papas y ensalada jamás se preocuparon por servirlo dos veces preguntamos algo molestos y jamás les importó, el servicio es pésimo sin experiencia y al parecer no les importa la experiencia que uno tenga en el lugar, y para empeorarlo nos prometieron los viajes gratis en lanchas si consumimos mas de 5000 y al viaje de regreso fue una experiencia horrible la lancha estaba mala nos llamaron una lancha nueva que nos querían cobrar cuando debía de ser gratis y la lancha casi mala nos costo mucho llegar ya que se apagaba muy seguido y los niños muy asustados la verdad jamás recomiendo ese lugar, muy malo el restaurante y el servicio.

Fuimos a pasar un día en familia, a compartir y tener un tiempo de almuerzo. A la llegada pedimos pescado frito del día. Pues no sé de qué día era ese pescado, primeramente tenía un sabor como a viejo cómo a malo, lo cocinaron en aceite de quien sabe cuántos días, y ni tan siquiera lo condimentaron. NO NOS LO COMIMOS. Le indicamos a la dueña el estado del pescado y nos dijo que NO lo iban a cambiar que debíamos comer ese. Luego a la hora de pagar nos cobraron ₡17 000 por un pescado feo que no nos comimos y 2 refrescos gaseosos.

Para llegar vencimos varios obstàculos, nos mojamos porque la marea había subido, pero al llegar todo valiò la pena. Doña Lola y su esposo, muy amables, nos recomendaron lo mejor del menù en mariscos, los platos de buena calidad. Aparte al final te dan un recorrido gratuito en la lancha a la Marina y otros sitior.

Quede muy contenta con el servicio y volveré.

El restaurante tiene una ubicación inmejorable, a la orilla del mar en una de las bahías de golfo dulce, la belleza escénica es especial. Un punto a favor es que brindan servicio de lancha gratuito (se debe llamar por teléfono) de la carretera principal de Golfito al restaurante lo que mejora mucho la experiencia. Sin embargo la comida deja mucho que desear. Las porciones son generosas, pero tiene un sabor apenas regular. Lo que es una lastima porque el sitio es bastante pintoresco y bonito para pasar especialmente la tarde. Recomiendo visitar el lugar para tomar unas cerveza junto al mar, pero para comer mejor buscar otro sitio.