Hotel fantástico, con un servicio personalizado excelente.
Una habitación muy especial, cómoda, amplia, luminosa, cuidando hasta el más mínimo detalle.
José de recepción ha atendido excelentemente nuestras necesidades.
El restaurante excelente, el personal muy amable y profesional y la calidad y variedad de la comida sobresaliente . En un mirador espectacular.
La vista a la reserva natural del propio hotel una delicia, con un guía excelente, donde hemos visto una cantidad de osos y guacamayos impresionante.
También hemos tenido el gusto de conocer al dueño, el Sr. Boris, además de ser encantador,se siente su toque personal y distinguido en todo el hotel.
Volveremos muy pronto. Totalmente recomendable.