El dueño, Jean, es una persona peocupada por los clientes, y eso no es algo fácil de encontrar.
El hotel tiene una calidad precio inmejorable, las habitaciones son amplias y limpias, los servicios que ofrece son de muy buena calidad... pero sin duda, lo que más destaca es la atencion personal con la que el dueño Jean, trata a los clientes, incluso sin dinero de por medio.
Yo viaje con mi hijo de 14 años y nos brindo su apoyo en todo momento, ayudnadonos con los tours y llevandonos él en persona y con su carro a ver lugares y enseñarnos animales. Y no fuimos los únicos, coincidimos con otros clientes y fue igual de amable y atento. Nos trato como si fueramos sus amigos y no unos clientes.
Lo dicho, increible lo bien que te hace sentir.