Ayer por la noche fui a una degustación de vinos en el Hotel Miravida. La experiencia fue increíble y aún sabiendo que lo pasaría muy bien, no sabía que sería espectacular! Nos recibieron Pablo, el somelier a cargo y Pam, la gerente del hotel, con una calidez y sencillez fuero de lo común. En la cava del subsuelo nos esperaba una gran mesa con bandejitas con jamón crudo, un riquísimo pan de masa madre con olivas y quesos varios. La propuesta de los vinos fue grandiosa: distintos, más bien de pequeñas y seleccionadas bodegas y todos de excelente calidad. Cada uno parecía hasta mejor que el anterior! Todo lo que probamos fue sorprendente y con cada copa, hubo una historia para contar y algo genial para aprender Para concluir, las empanadas de carne doble cocción más ricas que probé en mi vida. Tiernas y jugosas, con el condimento justo, hechas por manos expertas.
En fin, una noche hermosa entre amigos, en un lugar que sabe recibir y agasajar a quien lo visita. Altamente recomendable para una salida en pareja o con amigos, para distenderse y pasarla muy bien. Inolvidable, voy a volver!