El hotel alude ser 4 estrellas, pero yo creo que le sobran mínimo 2.
Nos toco una habitación hiper ruidosa, la 306, que estaba frente al ascensor. No pudimos descansar en toda la noche ya que el ascensor al llegar al piso hace un pitido insoportable. Por otro lado, el piso del pasillo es de un material duro y cada vez que alguien pasaba con una valija parecía que estaban dentro de la habitación. Por donde miraras había cosas rotas, la ducha tiraba un chorro que te partia la espalda, interruptores de luz que no funcionaban, no tenía frigobar, toallas viejas.
La cama no era para nada comoda y tenia unas mini almohadas.
El desayuno era muy básico, medialunas dulces y saladas (que eran ricas), pan para tostar, algo de frutas y no mucho mas. Básico, básico.
Lo unico bueno que puedo destacar, es la amabilidad del personal de recepcion y la cercania al obelisco. Todo lo demas, es muy malo.
No volvere nunca.