El hotel es cómodo, pero la atención es muy mala. Nos llevamos un disgusto grande. El hotel cuenta con pileta, y al consultar si brindaban toallas para la pileta, nos dijeron que podíamos llevar las de la habitación, y luego intercambiar por unas nuevas por la tarde. Al solicitarlo, nos dijeron que hubo un error, que la recepcionista se equivocó y que las toallas las podíamos cambiar recién al otro día. Reconocen el error pero no lo solucionaban. reclamé y solo me ofrecieron el libro de quejas.
Bajé personalmente, y luego de varios minutos de discutir con las recepcionistas, que solo brindaban una disculpa, pero no toallas nuevas, insistían con el libro de quejas.
Solicité hablar con algún responsable (encargado/a, jefa/e de mucamas) y me dijeron que no había nadie, solo el libro de quejas, tuve que insistir, y quedarme ahí hasta que me dieron las dos toallas limpias. Algo ridículo, es increíble que en un hospedaje con pileta no te brinden toallas y tengas que usar las mismas de la habitación, estando sucias, mojadas, etc.
Es impresentable que reconozcan un error, y que no lo solucionen.
Es impresentable, que te hagan pasar un mal momento.
Por otro lado, la pileta es muy linda, y tiene camastros, casi la mitad de los camastros no tienen sus colchonetas.
El servicio a la habitación te lo cobran un 20% más...
El desayuno, incompleto.