Unos días antes de alojarnos pedí si era posible que escondieran algunos huevos de pascua en la habitación porque llegábamos ese domingo con mi hija de 7 años. No sólo lo hicieron, sino que fue un presente del hotel. Todos los empleados nos trataron súper amables. La habitación insonorizada me sorprendió porque estaba sobre calle Corrientes y no se escuchaba nada del tránsito. Muy cómoda la habitación, la cama y el baño. Todo impecable y limpio. El desayuno variado y muy rico. También cenamos y todo fue de maravilla. Los precios del frigobar no eran caros como suelen serlo en los hoteles. No tuvimos oportunidad de conocer el gym y la piscina que están en el 10o. piso. Sin dudas volveremos.