Un lugar lindo el cual muestra parte de la historia de Buenos Aires... cercano al cordón gastronómico de la zona. Habitación amplia y muy bien decorada.
No tiene frigobar, pero cuenta con una heladera para que uno lleve sus viandas y bebidas.
El personal atento y amable...
La acústica de la habitación deja permitir ingreso de ruidos del exterior brindando un sueño interrumpido y poco placentero.