Muy buen restaurante italiano. El chef Fumarola está muy pendiente de lo todo lo que ocurre en el lugar, cuidando la experiencia completa, no solo la comida. Comimos pastas: scialatielli con ragú de cerdo, estaba exquisito, y cacio e pepe. Respecto a éste ultimo, montan un pequeño show preparando la pasta cocida dentro de una horma de grana padano, en la misma mesa. Si bien estaba rico, la comida termina quedando algo fría; a mi criterio el chef y su equipo de cocina, pierden el control del resultado final del plato, pues lo hace un camarero. Era el cumpleaños de mi esposa, y sobre el final le trajeron un tiramisú decorado con su nombre, para cantarle el feliz cumple; un detalle de cortesia que se agradece. El lugar es muy lindo, y al atención correcta. Dos personas, un plato de pastas cada uno, un postre compartido y una botella de vino, 7,5k por persona.