Restaurante arriba del edificio Barolo. Buena vista, precios accesibles. Con reserva. Busca una noche de poco frio y sin lluvia para aprovechar el lugar. Se come muy bien.

Entre que mi esposa se negó a subir 8 pisos por escalera y el abuso de pretender cobrarnos una entrada a mucho mayor precio por ser extranjeros, resolvimos no entrar.
Medida antipática y discriminatoria, los extranjeros deberíamos revelarnos y no ir a esos lugares.
Además, tampoco se trata de una entrada barata.
En ningún lugar del mundo me pasó esta situación.

Fuimos a conocer el Palacio Barolo y realmente por fuera es algo espectacular. Incluso el Lobby es increíble, nos gustó mucho. La realidad es que ya subiendo adentro no es tan fascinante cómo yo esperaba. Hay oficinas y no tiene mucho chiste. Subimos hasta el faro y eso si vale la pena