Ya lo había visitado hace algunos años y como quise regresar a Cariló lo busqué directamente. Lamentablemente lei varias opiniones malas y la puntuación general no es buena, no obstante decidí arriesgarme ya que además era uno de los más accesibles del bosque. Agradezco la amable atención de Pablo y Jésica que me confirmaron que habían renovado el staff hacía aproximadamente un mes y que además estaban invirtiendo en infraestructura ya que es un complejo que tiene unos cuanto años. También me enteré que funciona como tiempo compartido aunque todavía no averigué las condiciones. Este fin de semana hizo frío así que no pudimos usar la pileta externa, sí la interna que estaba colmada ya que había muchos huéspedes. El sauna lo activaron a pedido recién el sábado por la tarde. Algo pintorezco de la zona y del complejo en sí es la presencia de pavos reales que son hermosos de ver y no tanto de oir, pero por la noche se calman y dejan descansar. Las camas tanto matrimonial como las individuales para mis hijos fueron especialmente cómodas, dormí muy bien, las almohadas también ayudaron. Me dieron una cabaña standar equiada con vajilla, anafe y heladera, así que si deciden ir por algunos días pueden cocinar y refrigerar las cosas. En el parque hay parrillas de uso general que por el poco tiempo que pasamos no pudimos usar. El desayuno es completo y sobre todo abundante, evidentemente fuimos con un grpo de madrugadores que el sábado a las 8.30 hacían fila para desayunar y ese el el momento en el que uno piensa "llegaré a servirme una emdialuna?" La verdad es que en cuanto se terminaba lo que había reponían los alimentos faltantes así que era solo cuestión de esperar. Es buffete pero no continental así que no hay frutas. Esperamos poder volver en breve y que sigan invirtiendo tanto en personal como en infraestructura para que los comentarios reflejen el buen servicio que dan. saludos