El hotel tiene pinta de haber sido de lujo en los ‘70s y de ahí en adelante no se ha invertido un peso en mantenimiento. Mucho polvo, mampostería dañada, muebles rotos y antiguos. Sin embargo, el desayuno es completo, el personal amable y está a 200 mts de la playa La Perla. Recomendable para hospedarse un fin de semana largo.