Estuvimos el fin de semana largo de octubre.
Un hotel viejo, con habitaciones muy pequeñas, al menos el caso de la nuestra.
Ocupamos una habitación triple. Para empezar, la limpieza de la habitación era pésima. Tenía una cama de 2 plazas y una de 1 plaza ubicada de manera perpendicular a los pies de la de 2. La movimos para ponerla a la par y la tierra y pelusas que había debajo no eran del día, claramente no mueven 1 mueble siquiera para limpiar, porque lo mismo pasó cuando quise correr el escritorio. Lo que venden por la web está lejos de ser lo que realmente.
Ofrecen servicio de restaurante y se encontraba cerrado.
La cochera no se puede reservar conjuntamente con la habitación, ni siquiera pagándola por anticipado, sino que está sujeta a disponibilidad cuando llegas a hacer el check-in, algo sumamente incómodo. Te dicen que trabajan con una cochera externa, y ese fin de semana largo estaba explotada y no por turistas hospedados en el hotel.
El desayuno tiene sus buenas opciones, el espacio es reducido, es posible que tengas que esperar para ocupar una mesa si el hotel está con mucha concurrencia.
La pileta está climatizada, es pequeña y tuvimos que reservar un horario para poder utilizarla.
Hay una salita de juegos, tiene una mesa de ping pong, un metegol, una mesa de pool y algunos elementos para los más pequeños sobre un piso de goma. Una cinta y una bicicleta fija.
La red Wi Fi funcionó bien todo el tiempo, de hecho conecté mi notebook por HDMI al televisor (que no es smart lógicamente) y pude ver la transmisión de la Fórmula 1 que tanto me gusta, o poner alguna que otra película desde las plataformas de streaming.
El personal en general es amable, hay excepciones.
No es una opción que vayamos a tomar nuevamente, y no lo recomendaría. No tiene buena relación en precio calidad.