Las cabañas son lindas y bastante còmodas, con una hermosa vista del cerro Uritorco, la calefacciòn deja mucho que desear y la planta baja sino te da el sol bancate el frìo, el baño de servicio es rechiquito, el de arriba si bien es màs grande el bidet està tan pegado a la manpara de la ducha que tenès que hacer malabares para usarlo, el agua sale bien caliente eso sì, estuvimos 8 dìas y nos cambiaron las sàbanas una sola vez, ni bien llegamos el velador de mi lado no funcionaba reclamè nunca lo arreglaron,no habìa luz para lectura en los sillones de la planta baja, a mi señora no le gusto que en el bajo mesada habìa una cortina de tipo minbre, un dìa nos quedamos sin agua por problemas con el motor pero se solucionò ràpidamente, no me gusto la vegetaciòn en el jardìn llena de arboles de espinillo que tienen puas de màs de 5 cm de largo no me parece acorde a un lugar donde pueden no solo lastimarse los mayores sino tambièn los chicos,estuve con anginas y debo reconocer que el servicio mèdico de las cabañas ES MUY BUENO,me atendieron muy bien. Los encargados Gabriel y Mara, el me pareciò muy simpatico, ella con muy poca onda, tal es asì que cuando nos fuimos estaba tomando mate y ni siquiera se despidio de nosotros despùes de haber estado 8 dìas en el complejo.Las calles de los alrededores estàn en muy mal estado, la iluminaciòn de las calles y del complejo me parecio muy poca y ni hablar de los perros sueltos que pululan no podes salir caminando porque te torean por todos lados. Conclusiòn final: A Las Maras no volverìa y a Capilla del Monte volvì muy desilusionado despùes de haber vivido hermosos momentos en la infancia cuando iba con mis padres.