La habitación es cómoda y tiene todo lo necesario. La pileta y el solárium bien organizado, tranquilo. El desayuno abundante y variado. La recepcionista amable pero incompetente, pues no me gustó que pedí una habitación con vista a la cañada, me dijeron que si, pero me mandaron a una interna que daba a unos tanques de agua o ventiladores enormes, la 304 exactamente ... y encima había en ese patio luz un hombre trabajando. La rechacé porque no era lo que pedí. Me dieron otra pero a regañadientes, porque decían que no tenían, y era falso. Parece que es un nuevo vicio de estás recepcionistas que ni siquiera conocen las habitaciones o te quieren mandar a habitaciones que nadie quiere, con el fin de reservar las mejores para clientes favoritos, pues no encuentro otra razón para querer perjudicarte, cuando no hay reserva, sino que llegas al hotel y pides puntualmente eso. De los errores humanos estoy hasta la coronilla, no soporto personal que no presta atención y comete errores que perjudican al huésped o al cliente, pues en todo eso perdí más de media hora, cuando tenía muy poco tiempo para estar en cordoba. Noté la desmotivación del personal. Afortunadamente, llegó la encargada de calidad, me dijo que yo tenía razón, el hotel no estaba lleno como decían las recepcionistas, solo que no les daba la gana de darme una habitación como yo pedía. Está señora, amablemente, me acompañó al cuarto que pedí, que costó 75 dólares aprox. La ubicacion puede ser buena depende lo que busquen, pero de noche no es agradable, oscuro y desolado. En resumen, lo mejor fue el solarium y lo peor fue la atención recibido. No regresaría, hay otros mejor ubicados y de menor precio.