Tomándonos el feriado de octubre, nos tomamos el tren de la sierras y de camino al río nos encontramos con este resto. A media cuadra del puente Hernán Figueroa Reyes, cuenta con mesas tanto dentro como fuera, pero estas últimas yo las descartaría porque hay una cantidad de moscas importantes. Por dentro, si van al mediodía, seguramente lo van a encontrar "cerrado" ya que es todo vidriado y para evitar el calor cierran las cortinas. El punto fuerte de este local es su parrillada, aunque es un poco escueta en la variedad si estuvo bien en la cantidad ya que alcanzo para 2 adultos de buen comer y un niño de buen comer. Buena la atención del personal pero hasta ahí nomas, no sobresale por su ambientación/decoración. Es una buena opción si están paseando por el centro de la ciudad.
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