Realmente un hotel superior, marca diferencia en cada detalle, desde el ingreso en la recepción, la atención de Karem y Mario un lujo la verdad, y Gonzalo el Gerente atento en todo momento, las vistas que tenes desde el lobby, el restaurante y las habitaciones es perfecta. El restaurante tiene una carta acotada pero con platos abundantes y muy ricos (el risotto de osobuco es lo mejor que probé). El spa es grande y muy lindo, y el
Hotel tiene un gym pequeño pero con elementos para poder entrenar bien, mucho más completo que la mayoría. Las habitaciones son enormes y muy cómodas, el sistema de climatización marca diferencia. Es un hotel de otra categoría en las sierras, vengan vale la pena