Lo mejor que tiene el hotel es su ubicación, en pleno centro de Mendoza. También es excelente y muy cálida la atención de todo el personal. Pero hay cosas por mejorar, por empezar los colchones, al menos en mi caso estaba viejo y muy deformado. Y no estaría de más disponer de un frigobar. El desayuno es regular, podría ser un poco más variado y estaría bueno que el jugo sea exprimido, no artificial. Por otro lado, ofrece servicio de transfer al aeropuerto sin cargo lo cual fue una muy grata sorpresa.