Hablar de La Cenaida me hace recordar a momentos de atardeceres, mates a la orilla de la laguna, asados mientras la luna esta asomando entre las montañas...
La Cenaida es una finca que cuenta con 4 cabañas y una casa de campo enclavadas en un lugar estratégico de San Rafael, y esto es debido a que esta en un lugar muy cómodo para poder movilizarse hacia todas las atracciones turísticas, alejado a 14 km del centro brinda paz y tranquilidad asegurada.
La finca cuenta además de las cabañas con un apart hotel recién estrenado con detalles de decoración de una calidez única.
Cuando se atraviesa la tranquera no solo se encuentra con los viñedos de uva Malbec, sino también con cultivos de nueces, duraznos, pelones, aceitunas, peras, etc.
La vista de las cabañas es hacia una laguna que cuenta con un muelle que es el deleite de grandes y chicos ya que no solo se puede tomar un baño en ella, ya que cuenta con agua del rio, sino que también es el lugar para sentarse a contemplar todo el tiempo por su belleza natural.
Podría detenerme a hablar acerca del equipamiento de las cabañas, con sus 2 habitaciones, aire acondicionado, ventiladores de techo, cocina con horno y microondas, heladera con freezer, galería cubierta con parrilla, direct tv, servicio de ropa de blanco cada 3 días junto a la esmerada limpieza de Cinthia, o incluso mencionar sus 2 piletas que junto a la laguna hacen que en esta época de pandemia los huéspedes jamás se amontonen en ningún lugar, pero eso no equipara en nada a lo que es el verdadero lujo de La Cenaida, que es su calidad humana.
Diego, Néstor, Mayra, Susana, Silvia junto a sus increíbles mascotas, Toro, China, Maite, Kimchi, son personas y mascotas increíbles!! Desde el primer momento que me contacte con Diego, se mostro tal cual es, humilde, sencillo, predispuesto a solucionar cualquier inconveniente que se presente, ama lo que hace, le pone pasión y esfuerzo, no se conforma con que el huésped este contento, quiere que cuando uno se va, este pensando cuando va a regresar.
Néstor, el creador de esos cultivos maravillosos, de ese sistema de riego arquitectónico, que se tomo unas horas para explicarnos todo acerca de la finca, que cosecho para nosotros diferentes frutos, el hombre que lo veías trabajando al amanecer hasta entrada la noche. Susana, su cálida esposa, que cuando hablas con ella te hace sentir una calidez increíble. Mayra, que continuamente se acercaba a saludar, a ver si estaba todo bien, al mismo tiempo que se ocupa de la crianza de sus bellos hijos. Silvia, que tiene un almacén de artículos regionales que ellos mismos realizan con todo lo de la finca, que tiene una huerta orgánica, que pinta los cuadros que decoran las cabañas.
Ese es el valor agregado que uno busca, cuando se toma vacaciones, porque un lindo paisaje lo da la naturaleza, pero la calidez la da, las personas.