Ya al llegar al hotel notamos irregularidades, sobre todo la falta de personal. Las habitaciones son nuevas y bastante modernas (excepto por la TV). Las toallas y demás elementos nos entregaron recién a la noche aduciendo que tenían un problema con la lavandería. Nos indicaron que el desayuno "líquido" estaba habilitado a partir de las 7 am, mientras que las facturas dulces y saladas recién llegarían a partir de las 8.15 am. No nos dieron un recibo por el pago de la estadía.