Fuimos al atardecer por la ruta 144, desde el camino una linda experiencia.
La atención es muy corta y amable, nos sentamos adentro porque las noches son más bien frescas.
Todo lo que pedimos estaba muy bien, tanto la picada, con delicioso, abundante y muy buen jamón crudo,como también los sándwiches. Destaco los jugos bien naturales.
Una vez se hizo de noche el jardín iluminado es realmente precioso.
Costo/ calidad/ atención muy bien equibrado.
No es excelente porque no había opciones de pago, dada la mala señal de Internet.
Es un lugar imperdible si se visita San Rafael.